miércoles, 29 de julio de 2015

Its our time to fly

Su sonrisa, a pesar de todo. Como si el tiempo que pasara solidificara el hilito que nos une haciéndolo cada vez más fuerte. 
La montaña que nos falta escalar se me viene a la mente, la montaña que estamos escalando. La montaña en la que seguimos por más dificultades o facilidades que se nos presente. 
Y lo que me hace seguir es su sonrisa justamente, eso que me facilita más que tener zapatos especiales o mayor oxígeno encima. Porque por más que tengamos que compartir el agua siempre nos alcanza y sino, nos basta, porque sé que va a estar para agarrarme la mano.
Si hace frío y nos tenemos que acurrucar en distintas cuevas, sé que de cualquier forma va a estar la manera de encontrarnos, por más invierno, por más niebla, por más nieve, por más piedra, papel y tijera para descubrir la verdad, al fin y al cabo eso no importa, al fin y al cabo es ella la que me sigue dando la mano, y es lo que me da fuerzas para seguir escalando.


lunes, 27 de julio de 2015

Increíble tentación es el amor

Los príncipes no me llaman la atención, dan un chasquido y obtienen todo lo que quieren, están rodeados de princesas, sus espejos están bañados en oro. Ven más los quilates que su mismísimo reflejo.
Me gustan los plebeyos que cabalgan con caballos salvajes, que para peinarse se miran en el agua del río, que para conseguir lo que quieren se van de viaje.
De esos me suelo enamorar, de esos que se la rebuscan, de esos que andan.
Me encariñé con plebeyos que no pueden compartir sus aventuras conmigo.
Me encariñé, tal vez, con plebeyos que amaban diferente a mí.
Me encariñé con esos que no soñaban con sorprenderme llevándome a otro pueblo desconocido, ni conociendo parques llenos de flores.
Me encariñé con los plebeyos que no se dieron cuenta de que era una princesa, una sencilla y transparente princesa que buscaba algo más que el príncipe promedio.
Se olvidaron, tal vez, ignoraron, el hecho de que yo estaba ahí para mucho más que este conocido lugar, y no pudieron aprovechar la ciudad.


viernes, 10 de julio de 2015

Amor on

Señorita caprichosa, enamorada. 
Encerrada en ese estado con cosas buenas, como malas. 
Enamorada, la vida la envuelve en una sábana de colores fuertes y claros, olores mágicos, texturas deliciosas, sonidos agradables. Enamorada no se vive de rosa, se vive multicolor.
El problema de vivir enamorada es quedarse atrapada deleitando la magia del momento como si no hubiera más, el problema de vivir enamorada es que no le alcance el cuerpo para llenarse de todo lo que existe.
Señorita enamorada, caprichosa.
Que hace berrinches internos al no conseguir lo que quiere, pero los caprichos la hacen ser más resistente. Que sueña todos los días y noches, que intenta conectar su mundo interno con el externo y al parecer, no le resulta tan fácil.
Señorita, no tiene que vivir frustrada por sus caprichos y aplastada por el amor.
Tiene que aprender a volar y llegar al sol.