miércoles, 11 de mayo de 2016

Im frosting, I don't need a man to make my life sweet


Le gustaba hacer como si fuésemos animales salvajes en un mundo virtual, donde su mirada no estaría fija en la mía y sin pudor me domaría. 
Dudo mucho que me hubiese besado en la espalda, más bien, como gesto de amabilidad, me hubiera tirado en la cama.
Le gustaba mostrarme en la pantalla algo mejor que la realidad, donde él ya no jugaba.
Sus trucos de seducción funcionaban mejor con una cámara y un velador. Me pregunto cómo hubiera sido a la luz del sol, donde las marcas en su piel se veían mejor.
¿Será que me conformo con lo peor? Porque no me molestaría que no ensucie mis labios en licor, ni me acaricie las piernas disfrutando mis medias, como lo haría yo. 
Qué pena no pasar de quienes no notan mi perfume. Qué pena enroscarme en arenas que sólo me hacen huir, cuando en realidad quiero subir. 
Pero juro que será la última vez. Lo juro, no me va a ver ni los pies.