jueves, 29 de septiembre de 2016

Sonreí

Si te prometo que no voy a estar, y te aseguro que no sé amar.
¿Me prometés caminar igual conmigo? ¿O sólo buscar tu destino?
No me pongas en tus sueños, partime al medio. Mi amor, dudo que vuelva el hoy.
Si esa luna nos miente, nos vuelve dementes, prometo no dejar de andar.
No la apagues, no la cierres, no la odies…Prométeme, de acá hasta el cielo.
Sonriendo llegás al sol.
El miedo a los demonios que andan dentro, no los sacás pero los dejás ciegos.
Y aunque sepas que vas de infierno en infierno, no parás de seguirme buscando el edén.
Tenés alas que te dejan tan cerca del sol, usalo a tu favor.
Aunque mañana no sea como hoy, aunque las madrugadas expectantes no existan más, prométeme que vas a soñar. Nunca la apagues, nunca la cierres, nunca la odies. Con ella es que llegás a cielo.
Aunque no te acompañe, aunque tengas miedo, aunque quieras recorrer el sur entero.
Tu pluma ya manchó mi corazón, sin miedo. Con amor.
Acordate, no vuelve el hoy. Pero mañana podés volver a vos.







sábado, 3 de septiembre de 2016

Maybe you're the same as me we see things they'll never see

Aunque creía saber hacia donde iba no lo tenía muy en claro. No sabía del todo con quién estaba compartiendo la cama en el medio de un cuarto de materias pendientes.
Estaba segura de que más adelante esas paredes no guardarían los recuerdos que guardan hasta hoy, que pronto iba a haber un nuevo lugar dando paso a esos sueños que siempre estaban flotando en el aire, como si esperasen que alguien los traiga a la realidad.
Pero le era imposible ignorar el hecho de que esa noche tenía que estar ahí. Con todo así, como estaba. Con el corazón en la boca y el cuerpo temblando, con su inestabilidad a flor de piel y su sonrisa iluminada.
Tal vez el miedo y la bronca los estremecía tanto que en cierto punto podrían llegar a fundirse en tristeza. Pero dentro de tanta angustia armando revuelo, su corazón estaba junto al de ella. Y realmente no importaba por cuánto tiempo estuviera allí, y qué tan fuerte apretaba su mano, porque lo único que bastaba eran sus latidos acompañando las melodías que sonaban dentro de sus cuerpos. Porque créanme, que sonaban mucho más de lo que podían oír. Porque las vibraciones los hacía temblar casi al mismo tiempo. Y no tenían nada en claro, y conocían poco de sí, pero ese día tenían que estar allí.


martes, 16 de agosto de 2016

Y el oscar va para vos

¿Quién te creés que sos para hacerme creer que todo va a estar bien? Cuando tu mirada de comprensión fue tan amada en otros ojos que perdió efectividad en los míos.
Si por más que crea saber qué hay detrás de esas muecas no sé quién sos.
Porque conocer tu nombre no me permite ver tu sol, ni saber si el mundo del que me contás alguna vez existió.
¿Quién te creés para venir y revolverme el estómago? Para sacar de mí actitudes que escondía, para pintarme un futuro con fantasías.
Decirme que no estoy sola, que me agarrás la mano y  que me llevarías. Qué linda actitud, qué buena persona. Qué hermoso que me quieras, a mí sola.
Te felicito, me encanta tu obra. Te aplaudo de pie y te pongo la corona.
¿Preferís actuar o escribir en la obra? ¿Me preferís de rubia o de morocha?
Pero claro, eso no importa. El color es nada si vemos todo rosa.
Si las cadenas nos unen no importa el dolor, tal vez nos aprieten menos con un par de besos.
¿Dónde firmo el pacto? ¿Lo sellamos con un abrazo? De esos que te gustan a vos, y que me llenan de miel el cuerpo.
Más de lo que me gustaría consumir me das, sin preguntar, y a cucharones. Llenándome de azúcar, de flores. Poniéndome colores.
¿Quién te crees que sos? Sonriendo, haciéndome querer que te quedes hasta el próximo invierno.
¿Escondés un cuchillo filoso detrás de tu espalda, aunque me convenzas de que no te gustan las armas?
Se te olvidó decirme que tal vez sí las blancas, y no me importa. De todos modos, yo también sé utilizarlas.



jueves, 4 de agosto de 2016

Y si no, mejor

¿Por qué elegir el vestido cuando el saco abriga más? ¿Por qué elegir tener frío antes que estar cómoda?
Porque así empiece a temblar me hace sentir en llamas. Y todo está en mi cabeza, soñando con ser una dama.
Si me decís que no, mi mundo estalla. Te necesito, en cualquier momento, en el frío, calor, en el infierno.
Sos un holograma, una proyección de mis fantasías, años luz de distancia, y estás a unas cuadras. Siempre lejos, y de cerca no pasa nada.
Me esquivás en la esquina y me regalás una moneda. Con eso me basta, aunque no me alcance para la cena.
La cambio por un caramelo, ácido y fuerte. ¿Así obtendría tus besos, o mis ganas de verte?
Te siento apretado, al cuerpo, ajustado. Tan suave y frío, tan lleno de encanto, me das escalofríos.
Tu textura es diferente, ¿preferís un beso en la frente?
Pedime lo que quieras al cambio de una moneda. No me importa no cenar si me prendés un par de velas.
Pero apurate, te necesito cerca. ¿Querés carne, sangre? Te doy lo que quieras.



jueves, 28 de julio de 2016

Decime ya si es verdad o esto es un sueño

Tu identidad se vuelve a esconder, te necesito más que nunca.
Pasás las horas persiguiendo tu angustia. Y siempre es lo mismo, no te des más rosca. Dejá de dar vueltas, de correr en la sombra.
Mirame a los ojos y quemate en el sol, ponete el gorrito y el protector. Que podés enfermarte, sufrir de dolor, peor es morir en el frío del invierno.
No te quedes abajo, arrancando el pasto, dejando que todos pasen de largo. Levantate, por favor. Respirá e hidratate. Sonreíme como alguna vez quisiste. Enfrentame ahora, no me mandes a Marte, porque voy a volver de cualquier manera a molestarte. 
Sonreíme, dejame disfrutarte. Dejame ayudarte. Dejame quedarme.
¿Prometés no fallarme?

miércoles, 27 de julio de 2016

Mi dolor, mi ceniza, mi resaca de fe

Las luces se encendían cuando vos sonreías, llenabas de luz todo tu alrededor.
Pero el dolor, ese maldito dolor que te quemaba el pecho, te oscurecía el cielo.
Si es de noche y no hay refugio en vos, recordá que todo puede ser mejor.
Aunque el miedo te supere, te hipnotice, te derrite, hoy la muerte ya no es de terror.
Aunque te sientas frágil y lleno de dudas, tu silencio agudo no sirve de ayuda.
Si esa cabeza explota de insegura, ya no quedan miedos que ignoren tu locura.
Si rompés en llanto, ¿hay esperanza alguna? ¿sólo es vivir en ayunas de circunstancias puras?
Aunque creas que no hay magia, que no hay risas, que no hay calma, tal vez sólo era porque estabas a oscuras.

sábado, 16 de julio de 2016

No sé si será el miedo, la noche o el frío, pero hay algo en vos que no me deja olvidar

Entrelazando fuerte los cuerpos se olvidan los demonios alrededor, de todo lo malo.
El calor burla al invierno que se está creyendo eterno. ¡Pero vos no sos mi Dios como para mandarme al infierno!
Sos solo otra estación que juega a querer envolvernos, y para tu información, me gusta la estufa y los besos congelados, que van emanando un veranito con cielos despejados.
Cuando estoy sin lugar a donde ir, sin recursos que nos cubran, con la muerte en cada esquina, lo único que me protege son las sonrisas, y la ropa calentita, así sin problemas puedo pasar los días.
Ese fuego en su interior que proyecta en todo su cuerpo se transmite al mío y silencioso voló el tiempo.
No soy la correcta, no suelo mirar las estrellas, pierdo el tiempo sin salida y bailo para no sentirme aturdida. No confío en mí misma, ni en mis palabras que varían. Pero siento, quiero  y debo, sostenerte en la caída.
Cada palabra la masticás y la tragás como si perteneciera adentro tuyo, sos mi espejo distorsionado. Sos la honestidad que me acompaña, que me protege de la lluvia de mentiras, de las malas palabras. Punto y coma, y mayúsculas bien pronunciadas. Abrazame fuerte, por favor, no escribas nada.
Me aterran los Para siempre, las manos entrelazadas, me aterra imaginarme de blanco en esa esquina parada.

Mejor seremos como fantasmas, que pasan las horas volando, y no explican por qué vuelan tan alto. No hace falta explicarte, no hace falta explicarme. No necesitamos a nadie, sólo tu corazón es el responsable.