No me extraña extrañarlo, pero sí me extraña que lo extrañe tan extraño.
Extraño las palabras que no me dijo, lo que por mí no sintió.
Extraño su mirada fija, extraño su tranquilidad.
Es extraño, pero extraño más lo que pudo ser y no se dio.
Extraño la ilusión que cree, las aventuras que duraron segundos en mi mente, eso extraño.
Extraño poder estar ahí, simplemente estar con él.
Lo extraño, y no me parece extraño que no me extrañe.
Lo que sigue siendo extraño es extrañar a un extraño.