jueves, 4 de agosto de 2016

Y si no, mejor

¿Por qué elegir el vestido cuando el saco abriga más? ¿Por qué elegir tener frío antes que estar cómoda?
Porque así empiece a temblar me hace sentir en llamas. Y todo está en mi cabeza, soñando con ser una dama.
Si me decís que no, mi mundo estalla. Te necesito, en cualquier momento, en el frío, calor, en el infierno.
Sos un holograma, una proyección de mis fantasías, años luz de distancia, y estás a unas cuadras. Siempre lejos, y de cerca no pasa nada.
Me esquivás en la esquina y me regalás una moneda. Con eso me basta, aunque no me alcance para la cena.
La cambio por un caramelo, ácido y fuerte. ¿Así obtendría tus besos, o mis ganas de verte?
Te siento apretado, al cuerpo, ajustado. Tan suave y frío, tan lleno de encanto, me das escalofríos.
Tu textura es diferente, ¿preferís un beso en la frente?
Pedime lo que quieras al cambio de una moneda. No me importa no cenar si me prendés un par de velas.
Pero apurate, te necesito cerca. ¿Querés carne, sangre? Te doy lo que quieras.



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